El colectivo.
Eran las ocho de la mañana, mi rutina de todos los días, prepararme el café mientras me peino y me visto para luego salir, caminar tres cuadras hasta la parada del colectivo 59 el cual me tomó en Av. Cabildo y Congreso para poder ir al trabajo en Microcentro. Llegó a la parada, esperó diez minutos aproximadamente hasta que llegara el tan bendito y apreciado Bondi. Subo, saludo al chofer: Hola, buen día hasta nueve de julio y Corrientes por favor!. Pago el boleto y mientras termino de pagar giro con la cabeza hacia el costado para observar si hay un asiento vacío para poder sentarme. Nada absolutamente ningún asiento vacío había, el colectivo explotado, no me queda otra que ir parado y esperar a que se vaya vaciando. El colectivo sigue su recorrido hasta que llegando a la altura de Pacífico casi la mitad de los pasajeros se bajan y milagrosamente se liberan varios asientos, elijo sentarme en el asiento individual del lado de la izquierda e ir tranquilamente. En...